lunes, 4 de julio de 2011

El botiquín de primeros auxilios

Un elemento fundamental en el ambiente laboral que muchas veces se suele obviar es el botiquín de primeros auxilios. El mismo es esencial a la hora de lidiar con una emergencia en el lapso de tiempo que hay entre el accidente propiamente dicho y la llegada de un equipo especializado.




La inclusión del botiquín en el ámbito laboral se encuentra reglamentada en el territorio argentino. Según la Ley 19.587 de Seguridad e Higiene en el Trabajo, y establecido en el artículo 8 es obligación del empleador disponer de medios adecuados para la inmediata prestación de primeros auxilios. Ya en el artículo 21, el Decreto Reglamentario 351/79, en su apartado 2, punto 2.3 especifica lo siguiente dentro de los requisitos mínimos que deben cumplir los Servicios de Medicina del Trabajo Internos: botiquín completo para primeros auxilios adecuado a los riesgos del establecimiento, accesible en forma permanente.


Es por ello no sólo importante contar con un botiquín de primeros auxilios sino que también obligatorio.

Estos son los elementos que, según la Cruz Roja, un botiquín debe tener:

Guía rápida de primeros auxilios: Para conocer o recordar las pautas de acción para cada emergencia.

Termómetro digital: Se utiliza para medir la temperatura corporal.

Bolsa roja: Los residuos contaminados por sangre o fluidos patogénicos deben recibir un tratamiento especial y no pueden ser descartados como residuos comunes. Las bolsas rojas sirven para facilitar su diferenciación.

Guantes descartables de vinilo o nitrilo, Antiparras y máscaras para reanimación cardiopulmonar con válvula unidireccional: Se utilizan como barrera de protección para evitar la transmisión de enfermedades.

Gasas estériles de distintas medidas: Para realizar compresión directa en zonas de sangrado y para cubrir heridas después de que éstas sean tratadas. Entre la herida y la venda debe existir siempre un apósito o gasa.

Vendas: Útiles para envolver y sujetar apósitos que cubren heridas. Sirven también para inmovilizar partes doloridas o lesionadas.

Tela adhesiva: Sirve principalmente para sujetar apósitos y vendas. También puede utilizarse para ayudar a inmovilizar partes lesionadas.

Solución de yodopovidona y clorhexidina: Útiles como antisépticos para limpiar y desinfectar heridas.

Alcohol al 70%: Ideal para la limpieza de manos e instrumental de primeros auxilios.

Jabón neutro: Su uso provee una buena higiene de las heridas.  Especialmente de aquellas que requieran la remoción de cuerpos extraños.

Tijera multipropósito: Para cortar la ropa cuando sea necesario, en personas que se hayan quemado o golpeado, para evitar desgarros de tejidos o movimientos inadecuados.

Linterna: Para examen del lesionado. Cuerpo extraño en boca, tamaño de pupila, etc.

Solución salina normal (fisiológica): Muy útil para la higiene de grandes heridas. También para el lavado y descontaminación de lesiones oculares.

Pinza larga sin dientes: Para la sujeción de gasas, evitando su contaminación.

Alfileres de gancho: Útiles para sostener vendas y cabestrillos.

Bolígrafo y anotador: Para el registro de datos relevantes sobre el estado de la víctima, teléfonos de personas de contacto, información complementaria, etc.

Pañuelos grandes (para vendaje trianguar): Facilita la confección de cabestrillos, vendajes de partes amputadas y otras zonas de gran superficie como la cabeza.

Bolsas de nylon de cierre hermético: Preservación de partes amputadas, material e instrumental.

Manta de supervivencia (térmica): Para prevenir la pérdida de calor, especialmente en víctimas de shock y ahogamiento.

Y, por otro lado, estos son los elementos que, según la Cruz Roja, un buen botiquín NO debe tener:

Medicinas vencidas.

Medicamentos mal preservados o erróneamente identificados.

Termómetros que no funcionan.

Tijeras o pinzas oxidadas.

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